LA NUEZ DE ARRIBA (Burgos)

Gamones
Foto enviada por Las Matas

Y de la concha susurradora,
la amable historia, doliente asaz,
seguía oyendo la pescadora
vaga y distante cada vez más;
la sombra triste de otros amores
cruzaba a veces por sus rumores;
hasta que un día trajo el destino,
con los clamores de un torbellino
y entre infinitos ecos perdida,
la última queja del peregrino ... (ver texto completo)
Dejó la tierra como paloma
que abandonada su alero deja
y errante sigue de loma en loma
tras del amado que se le aleja...
Le dio la tumba refugio blando
y allí a su lado siguióle hablando
junto a los mares, el caracol,
del sueño eterno la eterna espera,
y de ese humano vivir soñando
sola y distinta dicha sincera ... (ver texto completo)
Y el tiempo alado siguió en su vuelo,
y en sus mudanzas siguió la mar,
y al campo santo más de un abuelo
en la caleta fue a descansar:
siempre escuchando la voz lejana
la pescadora tornóse anciana;
barcos ignotos aves de paso
ya del oriente, ya del ocaso
la mar surcaban cada mañana;
sólo aquel loco bajel risueño ... (ver texto completo)
Y de la concha susurradora,
la amable historia, doliente asaz,
seguía oyendo la pescadora
vaga y distante cada vez más;
la sombra triste de otros amores
cruzaba a veces por sus rumores;
hasta que un día trajo el destino,
con los clamores de un torbellino
y entre infinitos ecos perdida,
la última queja del peregrino ... (ver texto completo)
Y siempre, siempre la suspirante
y humilde prenda de amor, seguía
contando historias del nauta errante
llenas de inmensa melancolía:
ya eran nostalgias desconsoladas,
en lo infinito del mar lloradas,
noches de nieve que el viento azota,
miserias y hambres en tierra ignota;
triste cortejo que siempre avanza
por esas rutas, en que sus huellas ... (ver texto completo)
Y el tiempo alado siguió en su vuelo,
y en sus mudanzas siguió la mar,
y al campo santo más de un abuelo
en la caleta fue a descansar:
siempre escuchando la voz lejana
la pescadora tornóse anciana;
barcos ignotos aves de paso
ya del oriente, ya del ocaso
la mar surcaban cada mañana;
sólo aquel loco bajel risueño ... (ver texto completo)
Y con los años la niña hermosa
cuya frescura ya ajaban canas,
mirando al agua desde la choza,
vio marchitarse la tinta rosa
de sus mejillas, antes lozanas...
Aún no clareaba detrás del monte
Y ya copiaban el horizonte
sus grandes ojos color de mar;
y en ellos iban las golondrinas,
en sus revuelos de peregrinas, ... (ver texto completo)
Y siempre, siempre la suspirante
y humilde prenda de amor, seguía
contando historias del nauta errante
llenas de inmensa melancolía:
ya eran nostalgias desconsoladas,
en lo infinito del mar lloradas,
noches de nieve que el viento azota,
miserias y hambres en tierra ignota;
triste cortejo que siempre avanza
por esas rutas, en que sus huellas ... (ver texto completo)
Y el tiempo vino, silente y grave,
siguiendo siempre su ruta ciega,
con el misterio de aquella nave
que en una extraña canción noruega
lleva invisibles su casco lento
bajo las brumas del mundo aquel,
siempre azotada de un mismo viento
con un fantasma por timonel...
Y con los años la niña hermosa
cuya frescura ya ajaban canas,
mirando al agua desde la choza,
vio marchitarse la tinta rosa
de sus mejillas, antes lozanas...
Aún no clareaba detrás del monte
Y ya copiaban el horizonte
sus grandes ojos color de mar;
y en ellos iban las golondrinas,
en sus revuelos de peregrinas, ... (ver texto completo)
Y cuenta el viento que desde aquella
mañana triste ¡fatal mañana!
Acariciada por la doncella
la humilde concha de porcelana,
le habló en su lengua de rumoreos
de viajes locos, de pechos fieles,
de remembranzas y devaneos
junto a la borda de los bajeles,
de aves errantes que van a pares
buscando albergues sobre los mares, ... (ver texto completo)
Y el tiempo vino, silente y grave,
siguiendo siempre su ruta ciega,
con el misterio de aquella nave
que en una extraña canción noruega
lleva invisibles su casco lento
bajo las brumas del mundo aquel,
siempre azotada de un mismo viento
con un fantasma por timonel...
Y como urgiera ya el tiempo: “toma
-le dijo el mozo- ya el viento asoma,
la gente sale ya viene el sol...'
y recogiendo del agua clara
que entre las rocas la mar dejara,
más armiñado que una paloma
puso en sus manos un caracol:

'Que él te recuerde lo que te quiero,
que oigas mis quejas en sus rumores; ... (ver texto completo)
Y cuenta el viento que desde aquella
mañana triste ¡fatal mañana!
Acariciada por la doncella
la humilde concha de porcelana,
le habló en su lengua de rumoreos
de viajes locos, de pechos fieles,
de remembranzas y devaneos
junto a la borda de los bajeles,
de aves errantes que van a pares
buscando albergues sobre los mares, ... (ver texto completo)
Diego Dublé Urrutia

El caracol

Cuando la brisa barría apenas
las nieblas grises de la mañana
y al arrastrarse por las arenas,
con sus espumas como azucenas
jugaba, en sueños, la mar cercana,
junto a la choza de sus mayores, ... (ver texto completo)
Y como urgiera ya el tiempo: “toma
-le dijo el mozo- ya el viento asoma,
la gente sale ya viene el sol...'
y recogiendo del agua clara
que entre las rocas la mar dejara,
más armiñado que una paloma
puso en sus manos un caracol:

'Que él te recuerde lo que te quiero,
que oigas mis quejas en sus rumores; ... (ver texto completo)
Diego Dublé Urrutia

El caracol

Cuando la brisa barría apenas
las nieblas grises de la mañana
y al arrastrarse por las arenas,
con sus espumas como azucenas
jugaba, en sueños, la mar cercana,
junto a la choza de sus mayores, ... (ver texto completo)
* Después de escalar una montaña muy alta, descubrimos que hay muchas otras montañas por escalar (Nelson Mandela).

* La eternidad no es un lugar ni un tiempo. Porque el lugar y el tiempo poco significan. Es saber que nuestra verdadera naturaleza vive simultáneamente en algún lugar del espacio y el tiempo (Richard Bach).
Cada buhonero alaba sus agujas. Da a entender que todos celebramos nuestras cosas, aunque no lo merezcan. Se dicen también los siguientes: Cada ollero alaba su puchero. Cada uno alaba sus agujetas. Cada pulpero alaba su queso.
•El afeite que más hermosea es la dádiva buena.
Cada buhonero alaba sus agujas. Da a entender que todos celebramos nuestras cosas, aunque no lo merezcan. Se dicen también los siguientes: Cada ollero alaba su puchero. Cada uno alaba sus agujetas. Cada pulpero alaba su queso.
Tener espíritu abierto no significa tenerlo abierto a todas las necedades. (Jean Rostand)
Toda tolerancia llega a ser, a la larga, un derecho adquirido. (Georges Clemenceau)
Tener espíritu abierto no significa tenerlo abierto a todas las necedades. (Jean Rostand)
No tardará en transigir con el fin quien está dispuesto a transigir con los medios. (Arturo Graf)
Sé flexible como un junco, no tieso como un ciprés. (Talmud)