¡ESTAMOS APAÑADOS!. Por Miguel-A. Cibrián, Faer.
Como ex-agricultor, sé bastante de trabajar con arados. Independientemente de la marca, y ya fuesen fijos o reversibles, con el único cambio del hierro por la madera, todos se basaban en el principio del arado
romano, de punta endurecida al fuego, de hace más de 2.000 años: punta,
reja, y vertedera. La punta, con la misma finalidad de abrir la tierra y preservar a la reja de una erosión prematura, en la actualidad era substituida por el sistema
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