¡Reír, cantar, beber, corta es la vida!
Reír, hasta que seca la garganta
Niega paso a la voz enronquecida;
Cantar, hasta que el alba se levanta,
Que yace en el Adriático dormida.
¡Opulenta Venecia, ríe y cantal
Ríe y canta, señora de los mares,
Que la risa y la voz cubren el llanto;
Y mientras roe el tiempo tus pilares,
Y deslustra la
lluvia el áureo
manto,
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