Un dicho muy parecido a éste es 'yo sé dónde me aprieta el zapato' y proviene de una anécdota que cuenta Plutarco en sus Vidas Paralelas. El filósofo griego cuenta que un patriarca
romano tenía por esposa a una hermosa y fiel dama, y, sin embargo, la repudió. Los
amigos, que no daban crédito a la decisión del patriarca, reprobaron su postura, pero él les contestó lo siguiente: " ¿Veis mi calzado? ¿Habéis visto otro mejor trabajo, ni más elegante? Sin embargo, yo sé en dónde me lastima el pie".