QUIEN HA DE DAR, POR LOS SUYOS HA DE COMENZAR. (Refrán)
Recomienda ejercer la caridad empezando por aquellos a quienes naturalmente debemos nuestros respetos o nuestro cariño: los parientes. La benevolencia, la gratitud y la abundancia debe ser repartida con los padres, los hermanos y los hijos. En este mismo sentido se expresa el siguiente refrán: CARIDAD BUENA, LA QUE EMPIEZA POR MI CASA, Y NO POR LA AJENA
Recomienda ejercer la caridad empezando por aquellos a quienes naturalmente debemos nuestros respetos o nuestro cariño: los parientes. La benevolencia, la gratitud y la abundancia debe ser repartida con los padres, los hermanos y los hijos. En este mismo sentido se expresa el siguiente refrán: CARIDAD BUENA, LA QUE EMPIEZA POR MI CASA, Y NO POR LA AJENA