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LA NUEZ DE ARRIBA (Burgos)

Victor en la piedra de los Castillejos
Foto enviada por Victoria Serna,

En el verdadero amor no manda nadie; obedecen los dos.
Que tal Victoria, ando ahora porque el niño, se fue a su casa, estaba casi dormido, un besito
En el verdadero amor no manda nadie; obedecen los dos.
Hola y buenas tardes.
Victoria como ya habras leido en Turon, durante estos dias de atras he tenido problemas para andar por aqui.
Deseo que hayais pasado una buena noche buena y feliz Navidad, y que estes pasando un buen dia. Un abrazo.
El amor nace del deseo repentino de hacer eterno lo pasajero.
El amor es como el fuego, que si no se comunica se apaga.
Los amores son como las setas, que no sabe uno si son venenosas hasta que ya las ha comido y es demasiado tarde.
El amor nace del deseo repentino de hacer eterno lo pasajero.
El amor no se ruega, se conquista.
Los amores son como las setas, que no sabe uno si son venenosas hasta que ya las ha comido y es demasiado tarde.
La mayor declaración de amor es la que no se hace; el hombre que siente mucho, habla poco.
El amor no se ruega, se conquista.
La mayor declaración de amor es la que no se hace; el hombre que siente mucho, habla poco.
Al principio no se trata de entender sino de amar.
Hay un camino seguro para llegar a todo corazón: es el amor.
Al principio no se trata de entender sino de amar.
No existe hombre tan cobarde como para que el amor no pueda hacerlo valiente y transformarlo en héroe.
Sólo el amor nos permite escapar y transformar la esclavitud en libertad.
En el verdadero amor no manda nadie; obedecen los dos.
No existe hombre tan cobarde como para que el amor no pueda hacerlo valiente y transformarlo en héroe.
Uno no puede hacer nada por las personas que ama; solo seguir amándolas.
En el verdadero amor no manda nadie; obedecen los dos.
Puede haber amor sin celos, pero no sin temores.
Uno no puede hacer nada por las personas que ama; solo seguir amándolas.
Se ama más lo que se ha conquistado con fatiga.
Puede haber amor sin celos, pero no sin temores.
En tus bucles morenos entrelazo quedamente los preciosos diamantes de mis versos más puros, y en la oscura fuente de tus ojos luminosos ávido arrojo mi enamorado corazón.
Se ama más lo que se ha conquistado con fatiga.