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LA NUEZ DE ARRIBA (Burgos)

Rodeada de lindas flores
Foto enviada por Victoria Serna,

:: Para una personita especial que ha iluminado mis días hasta darme fuerzas para seguir mi camino. Gracias por estar siempre ahí, amigo de mi alma. Tú eres alguien a quien respeto con todo el corazón.
Categoria: Mensajes de amistad
ME CONFUNDI, he decidido dejar de fumarrrr
enhorabuena
ME CONFUNDI, he decidido dejar de fumarrrr
Meir, Golda: "No podrá haber tranquilidad de un lado de la frontera, y bombardeos del otro lado. Si no tenemos paz en ambos lados, también habrá problemas en ambos"
Quasimodo, Salvatore: " ¿Acaso los poetas no están siempre del lado de la justicia?"
Hemingway, Ernest: "La gente buena, si se piensa un poco en ello, ha sido siempre gente alegre."
Meir, Golda: "No podrá haber tranquilidad de un lado de la frontera, y bombardeos del otro lado. Si no tenemos paz en ambos lados, también habrá problemas en ambos"
Esta es preciosa, muy delicada
Hemingway, Ernest: "La gente buena, si se piensa un poco en ello, ha sido siempre gente alegre."
Esta es preciosa, muy delicada
esta si es verdad que es bonita
Esta es preciosa, muy delicada
Una conciencia educada influye en cada aspecto de nuestra vida.
El camino está abierto y ya os está esperando mucho antes de vuestro nacimiento. Hay un puesto para cada uno, hay un amor para recibir y un amor para dar: el que llevas en tu interior.
La ternura no es ningún estado permanente. Nos corresponde a cada uno el descubrirla bajo la fragilidad de las apariencias, bajo la violencia de las costumbres, bajo lo impalpable del presente. Es una galaxia viajando por el cielo de los encuentros, que nos prolonga hasta las estrellas de la vida.

Jacques Salomé
La ternura es un saber dar y recibir al mismo tiempo, es saber aceptarnos en el momento presente, aprender a desarrollar nuestra capacidad para no vivir de la nostalgia, de los recuerdos o de la amargura del pasado, aprender a no perseguir el futuro idealizándolo o anticipándonos a él. Es aprender a aceptar realmente donde estamos.
El camino está abierto y ya os está esperando mucho antes de vuestro nacimiento. Hay un puesto para cada uno, hay un amor para recibir y un amor para dar: el que llevas en tu interior.
Otro aliado es no tener prisa, la ternura necesita tiempo: el mar sólo refleja la luz cuando está en calma.
La ternura es un saber dar y recibir al mismo tiempo, es saber aceptarnos en el momento presente, aprender a desarrollar nuestra capacidad para no vivir de la nostalgia, de los recuerdos o de la amargura del pasado, aprender a no perseguir el futuro idealizándolo o anticipándonos a él. Es aprender a aceptar realmente donde estamos.
Un aliado de la ternura será nuestra propia actitud para recibir. Cuando estamos dispuestos a recibir, tenemos menos necesidad de pedir o de coger. Cuanto más dispuestos estemos a recibir, más maduraremos en este arte que consiste en aceptar lo que somos y lo que la otra persona significa para nosotros.
Otro aliado es no tener prisa, la ternura necesita tiempo: el mar sólo refleja la luz cuando está en calma.
La ternura es un camino que nos conduce hacia la multiplicidad y la abundancia. La ternura nunca podrá llenar un vacío, siempre va unida a una semilla que está a punto de germinar y se hace mayor, paulatinamente hasta llegar a convertirse en artífice de un encuentro.
Un aliado de la ternura será nuestra propia actitud para recibir. Cuando estamos dispuestos a recibir, tenemos menos necesidad de pedir o de coger. Cuanto más dispuestos estemos a recibir, más maduraremos en este arte que consiste en aceptar lo que somos y lo que la otra persona significa para nosotros.
La ternura es la posibilidad de crear un espacio en el que tú y yo podamos acoger al sabio y al niño que llevamos dentro; al héroe o al príncipe que anida en nosotros y al hombre o la mujer que se ha perdido y que seguimos buscando en nosotros mismos. La ternura es lo que convierte la existencia del otro en nuestra segunda piel.
La ternura es un camino que nos conduce hacia la multiplicidad y la abundancia. La ternura nunca podrá llenar un vacío, siempre va unida a una semilla que está a punto de germinar y se hace mayor, paulatinamente hasta llegar a convertirse en artífice de un encuentro.