Si seduce me mente, le doy mi cuerpo. Si encuentra mi alma, seré suya para siempre. Granada abierta fue, que no manzana,
de tu tentación dulce el rojo fruto;
por tus labios bebí cada minuto
su tinto vino como en copa arcana. ¡Como un necio esta noche he derrochado
dando infructuosa caza al sutil viento,
cuando lo que anhelaba está a mi lado! "Hay dos clases de escritores geniales: los que piensan y los que hacen pensar".
Joseph Roux, moralista y literato francés La amistad termina donde
la desconfianza empieza.
Proverbio español