El medio rural, tenía viva conciencia de que los frutos recogidos —sin desconsiderar el esfuerzo humano— eran un don de Dios. Ante los imponderables del clima y de las circunstancias del trabajo del campo, el hombre era más consciente de que dependía del buen Dios. Por contraste, el progreso de la técnica y del trabajo industrial parecen amenazar esta “memoria de Dios”: en no pocos casos, se ha diluido la conciencia de dependencia de Dios, y el hombre... "El amor más fuerte es aquél que puede mostrar su fragilidad." A mi manera Ningún espíritu de fortuna solo nubes de flores.
Tagami Kikusha No podemos tener una revolución que no involucre y libere a las mujeres.