En épocas pasadas la palabra tenía un valor que hoy carece. Y los tiempos se median con urgencias menores. Por aquellos años, era un saludo común de despedida la expresión: "A dios te encomiendo".
Con el paso de los siglos la frase sufrió un recorte y el saludo se abrevió en un: "A dios". Finalmente se llegó al escueto "adios".
En idiomas diversos al español, la suerte fue similar. Por ejemplo, en el inglés, la frase similar sería: "God be with you" (Qué Dios sea... Como la vista es al cuerpo, la razón es al espíritu. (Aristóteles) Los que se enamoran muy deprisa suelen aborrecerse muy despacio. (Fray Antonio De Guevara) El aire que se respira, limpio y puro como el aguaun reflejo de sus gentes
tan sencillas como sanas. Orgullo tiene tun gente, de ver un pueblo tan guapo
hombres fuertes y valientes, ademas con muy buen trato