Dedicado a partidos por entero,
se olvida el labrador de su parcela
y juega su esperanza a la quiniela
esperando una lluvia de dinero.
Y sueña con catorce..., pero a cero
se queda su esperanza y se consuela
bebiendo cuatro copas con secuela
que dejan su bolsillo más ligero...
Cansadas de la parda disciplina,
sus manos duramente labradoras
van buscando fortuna repentina.
Domingos por la tarde... ¡Cuántas horas
perdidas en monótona rutina
soñando con quinielas redentoras
se olvida el labrador de su parcela
y juega su esperanza a la quiniela
esperando una lluvia de dinero.
Y sueña con catorce..., pero a cero
se queda su esperanza y se consuela
bebiendo cuatro copas con secuela
que dejan su bolsillo más ligero...
Cansadas de la parda disciplina,
sus manos duramente labradoras
van buscando fortuna repentina.
Domingos por la tarde... ¡Cuántas horas
perdidas en monótona rutina
soñando con quinielas redentoras