
Labores desarrolladas en el campo
1. LA SIEGA.
Tradicionalmente la siega se realizaba a mano, utilizando hoces (en Castroviejo siempre, hasta que se dejó de sembrar). Las hoces tenían diferentes tamaños y curvatura. Las más pequeñas eran de filo dentado y parece ser que este modelo es el más antiguo, o al menos el más utilizado por las personas de mayor de la localidad. Las grandes, de filo liso, se denominaban gallegas y acabaron imponiéndose sobre las anteriores. Se afilaban con piedras especiales que proporcionaba el propio fabricante. No queda constancia de la elaboración de hoces por parte de los herreros de la localidad. Las hoces se transportaban y conservaban envueltas en tiras o vendas de tela o papel. A esta operación se le denominaba vendar las hoces. Con ello se evitaban cortes fortuitos a la vez que se impedía el óxido de las hojas.
La siega podía ser a puño o a machete. En esta última modalidad, muy poco extendida, no se agarraba la mies con la mano izquierda sino que tan sólo se sujetaba mientras que con la hoz en la mano derecha se golpeaba la base, agrupando posteriormente la mies. Fundamentalmente se empleaba para segar el cereal tronchado por los jabalíes o por las tormentas. Para proteger la mano izquierda y recoger mayor cantidad de mies se empleaba la zoqueta. Se trata de un estuche de madera de una pieza acabado en punta. En el dorso de la punta dispone de un agujero oblongo por el que no llegan a asomar los dedos. Esta perforación servía para ventilar los dedos, aunque es necesario para realizar el vaciado de la pieza durante su fabricación. Por la ranura cuadrada de la base se introducían los dedos, corazón, anular y meñique, quedando libres el pulgar y el índice para sujetar los lances necesarios hasta completar el puño o puñada. Para que no se escurriera la mies se realizaba en ocasiones un rápido atado con la propia paja recogida. La zoqueta se sujeta a la muñeca mediante la correspondiente cuerda o correa regulada mediante torsión. Las zoquetas fueron siempre elaboradas por los numerosos artesanos locales.
1. LA SIEGA.
Tradicionalmente la siega se realizaba a mano, utilizando hoces (en Castroviejo siempre, hasta que se dejó de sembrar). Las hoces tenían diferentes tamaños y curvatura. Las más pequeñas eran de filo dentado y parece ser que este modelo es el más antiguo, o al menos el más utilizado por las personas de mayor de la localidad. Las grandes, de filo liso, se denominaban gallegas y acabaron imponiéndose sobre las anteriores. Se afilaban con piedras especiales que proporcionaba el propio fabricante. No queda constancia de la elaboración de hoces por parte de los herreros de la localidad. Las hoces se transportaban y conservaban envueltas en tiras o vendas de tela o papel. A esta operación se le denominaba vendar las hoces. Con ello se evitaban cortes fortuitos a la vez que se impedía el óxido de las hojas.
La siega podía ser a puño o a machete. En esta última modalidad, muy poco extendida, no se agarraba la mies con la mano izquierda sino que tan sólo se sujetaba mientras que con la hoz en la mano derecha se golpeaba la base, agrupando posteriormente la mies. Fundamentalmente se empleaba para segar el cereal tronchado por los jabalíes o por las tormentas. Para proteger la mano izquierda y recoger mayor cantidad de mies se empleaba la zoqueta. Se trata de un estuche de madera de una pieza acabado en punta. En el dorso de la punta dispone de un agujero oblongo por el que no llegan a asomar los dedos. Esta perforación servía para ventilar los dedos, aunque es necesario para realizar el vaciado de la pieza durante su fabricación. Por la ranura cuadrada de la base se introducían los dedos, corazón, anular y meñique, quedando libres el pulgar y el índice para sujetar los lances necesarios hasta completar el puño o puñada. Para que no se escurriera la mies se realizaba en ocasiones un rápido atado con la propia paja recogida. La zoqueta se sujeta a la muñeca mediante la correspondiente cuerda o correa regulada mediante torsión. Las zoquetas fueron siempre elaboradas por los numerosos artesanos locales.