La soledad existente en mi alma,
acompaña ahora mis otoños que estampan
en cada tardes frías la ausencia
en mis sabanas ya vacía de sonidos
y de calor de besos abandonados
Abro mis manos para que el ruiseñor
que me acompaña cada mañana
vuele a deleitar otra distancia,
otro cielo y no muera de dolor
por esta soledad sin armonía
acompaña ahora mis otoños que estampan
en cada tardes frías la ausencia
en mis sabanas ya vacía de sonidos
y de calor de besos abandonados
Abro mis manos para que el ruiseñor
que me acompaña cada mañana
vuele a deleitar otra distancia,
otro cielo y no muera de dolor
por esta soledad sin armonía