Al terminar el invierno y empezar la primavera la sabia vuelve a subir con fuerza hasta sus ramas más pequeñas. Pues bien, los niños de 7 años ya manejábamos una navajilla o cojíamos el cuchillo de la cocina y cortábamos una rama de sauce finita del grosor de un dedo.
Cortábamos un trozo como de 10 cm. A un extremo le dábamos la forma de flauta. Un poquito más atras le dábamos el corte pequeño por donde saldría el aire, y un poquito más atras hacíamos un corte circular que nos permitía sacar el trozo de corteza el cual se desprendía con facilidad por efecto de la sabia.
Sacado este extremo de la corteza donde hizimos el corte circular lo agrandamos un poco más. Colocamos la corteza en su sitio original y si soplamos por ese extremo sonará un agudo pitido. Si previamente, claro está, hemos cortado en sentido horizontal un poquito, poquito la punta para que entre el aire.
Vaya rollo, Cuesta más explicarlo que fabricar el pito.
Un saludo.
Cortábamos un trozo como de 10 cm. A un extremo le dábamos la forma de flauta. Un poquito más atras le dábamos el corte pequeño por donde saldría el aire, y un poquito más atras hacíamos un corte circular que nos permitía sacar el trozo de corteza el cual se desprendía con facilidad por efecto de la sabia.
Sacado este extremo de la corteza donde hizimos el corte circular lo agrandamos un poco más. Colocamos la corteza en su sitio original y si soplamos por ese extremo sonará un agudo pitido. Si previamente, claro está, hemos cortado en sentido horizontal un poquito, poquito la punta para que entre el aire.
Vaya rollo, Cuesta más explicarlo que fabricar el pito.
Un saludo.