Cinco reglas para ser feliz.
La señora Pepita, bien equilibrada y orgullosa de 92 años de edad,
estaba completamente lista como cada mañana a las 8 en punto, con su
cabello bien peinado y un maquillaje perfectamente aplicado pese a
ser casi ciega, dispuesta a mudarse hoy a un asilo de ancianos. El
que había sido su marido durante 70 años había muerto, lo que hacía
necesario el traslado
La señora Pepita, bien equilibrada y orgullosa de 92 años de edad,
estaba completamente lista como cada mañana a las 8 en punto, con su
cabello bien peinado y un maquillaje perfectamente aplicado pese a
ser casi ciega, dispuesta a mudarse hoy a un asilo de ancianos. El
que había sido su marido durante 70 años había muerto, lo que hacía
necesario el traslado
Después de muchas horas de esperar
pacientemente en la recepción del asilo de ancianos, ella sonrió
dulcemente cuando le comunicaron que su habitación ya estaba lista.
Mientras ella maniobraba su andador al ascensor, yo le daba una
descripción detallada de su pequeño cuarto, incluyendo las sábanas y
cortinas que habían sido colgadas en su ventana. "Me encantan", dijo
ella con el entusiasmo de un chiquillo de 8 años al que acaban de
mostrar un nuevo cachorro.
pacientemente en la recepción del asilo de ancianos, ella sonrió
dulcemente cuando le comunicaron que su habitación ya estaba lista.
Mientras ella maniobraba su andador al ascensor, yo le daba una
descripción detallada de su pequeño cuarto, incluyendo las sábanas y
cortinas que habían sido colgadas en su ventana. "Me encantan", dijo
ella con el entusiasmo de un chiquillo de 8 años al que acaban de
mostrar un nuevo cachorro.
Sra. Pepita, usted aún no ha visto el cuarto.... espere".
"Eso no tiene nada que ver", dijo ella. "La felicidad es algo que
uno decide con anticipación. El hecho de que me guste mi cuarto o no
me guste, no depende de cómo esté arreglado el lugar, depende
de cómo yo arregle mi mente. Ya había decidido de antemano que me
encantaría". "Es una decisión que tomo cada mañana al levantarme".
"Estas son mis posibilidades: puedo pasarme el día en cama
enumerando las dificultades que tengo con las partes de mi cuerpo
que ya no funcionan, o puedo levantarme de la cama y agradecer por
las que si funcionan
"Eso no tiene nada que ver", dijo ella. "La felicidad es algo que
uno decide con anticipación. El hecho de que me guste mi cuarto o no
me guste, no depende de cómo esté arreglado el lugar, depende
de cómo yo arregle mi mente. Ya había decidido de antemano que me
encantaría". "Es una decisión que tomo cada mañana al levantarme".
"Estas son mis posibilidades: puedo pasarme el día en cama
enumerando las dificultades que tengo con las partes de mi cuerpo
que ya no funcionan, o puedo levantarme de la cama y agradecer por
las que si funcionan