En una lánguida tarde
donde las hojas cantan,
invitando a la ternura,
y el viento generoso
juega con tus cabellos.
Mientras al oído te susurra
aquellas dulces palabras,
que salen de mi corazón,
que no conoce mi boca.
Esa tarde, mi amor,
me atreví a robarte un beso.
Esa tarde, alma mía,
sentí la caricia de tus labios
donde las hojas cantan,
invitando a la ternura,
y el viento generoso
juega con tus cabellos.
Mientras al oído te susurra
aquellas dulces palabras,
que salen de mi corazón,
que no conoce mi boca.
Esa tarde, mi amor,
me atreví a robarte un beso.
Esa tarde, alma mía,
sentí la caricia de tus labios
¡El amor en tu corazón!
¡Que el mío abrazaba!
El tiempo se paró,
todo y nada nos envolvía.
Fuera del mundo los dos.
Y la agitación
estremecía mi cuerpo.
¡Mientras te besaba!
¡Todo el amor contenido!
¡Todo el cariño guardado!
Y mi corazón alocado
dando calor a un beso.
¡Que el mío abrazaba!
El tiempo se paró,
todo y nada nos envolvía.
Fuera del mundo los dos.
Y la agitación
estremecía mi cuerpo.
¡Mientras te besaba!
¡Todo el amor contenido!
¡Todo el cariño guardado!
Y mi corazón alocado
dando calor a un beso.