Muéreme en el alma, vuélveme al impulso, llévame a mí mismo.
Yo sabré entonces encender mi lámpara en el tiempo oscuro, entre el viento frío, volveré a ser fuego desde brasas quietas, que alumbre y reviva mi andar peregrino.
Vuelve a susurrarme aquella consigna del primer paso para un principio.
Muéstrame la garra que se necesita para levantarse desde lo caído.
Yo sabré entonces encender mi lámpara en el tiempo oscuro, entre el viento frío, volveré a ser fuego desde brasas quietas, que alumbre y reviva mi andar peregrino.
Vuelve a susurrarme aquella consigna del primer paso para un principio.
Muéstrame la garra que se necesita para levantarse desde lo caído.