LA NUEZ DE ARRIBA: Si me ves cansado fuera del sendero, sin ver más espacios...

Muéreme en el alma, vuélveme al impulso, llévame a mí mismo.
Yo sabré entonces encender mi lámpara en el tiempo oscuro, entre el viento frío, volveré a ser fuego desde brasas quietas, que alumbre y reviva mi andar peregrino.
Vuelve a susurrarme aquella consigna del primer paso para un principio.
Muéstrame la garra que se necesita para levantarse desde lo caído.

Si me ves cansado fuera del sendero, sin ver más espacios que el de los abismos,
trae a mi memoria que también hay puentes, que también hay alas que no hemos visto.
Que vamos armados de fe y de bravura, que seremos siempre lo que hemos creído.
Que somos guerreros de la vida plena, y todo nos guía hacia nuestro sitio,
que un primer paso, y que un nuevo empeño, nos lleva a la forma de no ser vencidos.
Que el árbol se dobla, se agita, estremece, deshoja y retoña, pero queda erguido.
Que el único trecho que da el adelante es aquel que cubre nuestro pie extendido.
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
Si me ves cansado fuera del sendero, solitario y triste, quebrado, herido,
siéntate a mi lado, tómame las manos, entra por mis ojos hasta mi escondrijo...
Y dime se puede e insiste, se puede, hasta que yo entienda que puedo lo mismo.
Que tu voz despierte, desde tu certeza, al que de cansancio se quedó dormido.
Y, tal vez, si quieres, préstame tus brazos, para incorporarme, nuevo y decidido.
Que la unión es triunfo cuando hombro con hombro vamos, ¡si se puede!,
con el mismo brío.
Si ... (ver texto completo)