FANTASMAS EN HAMPTON COURT
Cuenta la leyenda que un día, mientras Enrique VIII asistía a misa en el palacio de Hampton Court, su quinta esposa, Catherine Howard, logró escapar de sus aposentos, donde había sido encerrada hasta que el rey, quien la acusaba de adulterio, decidiera su destino. La joven llegó a la carrera hasta la puerta de la capilla; pero no tuvo oportunidad de pedir clemencia al monarca. Los guardias la detuvieron y la arrastraron de vuelta a sus dependencias mientras imploraba a gritos el perdón de su marido.
Cuenta la leyenda que un día, mientras Enrique VIII asistía a misa en el palacio de Hampton Court, su quinta esposa, Catherine Howard, logró escapar de sus aposentos, donde había sido encerrada hasta que el rey, quien la acusaba de adulterio, decidiera su destino. La joven llegó a la carrera hasta la puerta de la capilla; pero no tuvo oportunidad de pedir clemencia al monarca. Los guardias la detuvieron y la arrastraron de vuelta a sus dependencias mientras imploraba a gritos el perdón de su marido.
Fue decapitada el 13 de febrero de 1542 y reemplazada en el lecho de Enrique VIII por Catalina Parr. Sin embargo, para muchos, Catherine Howard nunca abandonó Hampton Court.
Una Filmación para el debate (octubre 2003)
Ríos de sangre incubaron la permanencia de las ánimas en pena. Y ríos de tinta correrán ahora para dilucidar si es efectivamente un fantasma la imagen espectral captada por una cámara del circuito cerrado de televisión del palacio de Hampton Court, donde el rey Enrique VIII de Inglaterra ordenó decapitar a su quinta esposa, Catherine Howard. El personal de seguridad del palacio, al menos, no sabe qué pensar.
Ríos de sangre incubaron la permanencia de las ánimas en pena. Y ríos de tinta correrán ahora para dilucidar si es efectivamente un fantasma la imagen espectral captada por una cámara del circuito cerrado de televisión del palacio de Hampton Court, donde el rey Enrique VIII de Inglaterra ordenó decapitar a su quinta esposa, Catherine Howard. El personal de seguridad del palacio, al menos, no sabe qué pensar.
Construido en 1525 a orillas del Támesis, en la actualidad es uno de los museos británicos más visitados. Siempre se dijo que estaba embrujado. Y que susurros, aullidos y corrientes gélidas revelaban la presencia de fantasmas, todos familiares o allegados al sanguinario rey.