LA NUEZ DE ARRIBA: LA FERVOROSA...

LA FERVOROSA

En todos los lugares he encendido
con mi brazo y mi aliento el viejo fuego;
en toda tierra me vieron velando
el faisán que cayó desde los cielos,
y tengo ciencia de hacer la nidada
de las brasas juntando sus polluelos.

Dulce es callando en tendido rescoldo,
tierno cuando en pajuelas lo comienzo.
Malicias sé para soplar sus chispas
hasta que él sube en alocados miembros.
Costó, sin viento, prenderlo, atizarlo:
era o el humo o el chisporroteo;
pero ya sube en cerrada columna
recta, viva, leal y en gran silencio.

He quedado prendado de la poesía que has pegado en Pûertollano, y pasando de tercio, quiero decir, saltando hasta aquí, a las anchas tierras de la otra Castilla... me persigue. Y es que tengo una historia, en alguna parte, desobre una escena en París unas Navidades. la buscaré.

Piececitos pequeños...
los conozco en el frío,
desgarrados y hambrientos...
piececitos de niño.

Piececitos. y ojos
en vuelos, suspendidos:
de sus ojos buscando ... (ver texto completo)