Presagiando el final…
Inevitablemente el presagio se cumplió, y nos tenemos que decir adiós,
nadie nos separó como tú lo decías muchas veces, fuiste tú;
quién clavo la daga en mi corazón; creíste que siempre mantendrías
oculta tu doble vida, pues te desplazabas en lugares en los cuales
yo jamás aparecería; y fue el destino que me llevó ese día al lugar en
donde te vería muy feliz abrazándola. En ese momento mi corazón dio
un vuelco, mi sangre se detuvo por un instante y un poco antes creí verte pasar;
que sorpresa la mía cuando de pronto apareciste, oscureciéndose todo mi contorno;
tanta dicha emanaba de tu ser, que no fui vista por tus ojos.
Inevitablemente el presagio se cumplió, y nos tenemos que decir adiós,
nadie nos separó como tú lo decías muchas veces, fuiste tú;
quién clavo la daga en mi corazón; creíste que siempre mantendrías
oculta tu doble vida, pues te desplazabas en lugares en los cuales
yo jamás aparecería; y fue el destino que me llevó ese día al lugar en
donde te vería muy feliz abrazándola. En ese momento mi corazón dio
un vuelco, mi sangre se detuvo por un instante y un poco antes creí verte pasar;
que sorpresa la mía cuando de pronto apareciste, oscureciéndose todo mi contorno;
tanta dicha emanaba de tu ser, que no fui vista por tus ojos.