LA CENICIENTA
Francisco José Briz Hidalgo
Érase una vez una niña muy guapa
a la que todos llamaban «Cenicienta»,
porque su madrastra la hacía dormir
junto a las cenizas de la chimenea.
Cenicienta fregaba, Cenicienta barría,
Cenicienta planchaba, Cenicienta cosía.
Cenicienta se pasaba todo el tiempo
fregando, barriendo, planchando y cosiendo.
Dos hijas más tenía la madrastra
pero en la casa nunca hacían nada,
eran perezosas, feas y malas,
se levantaban casi al mediodía
de mal humor pidiendo la comida.
Francisco José Briz Hidalgo
Érase una vez una niña muy guapa
a la que todos llamaban «Cenicienta»,
porque su madrastra la hacía dormir
junto a las cenizas de la chimenea.
Cenicienta fregaba, Cenicienta barría,
Cenicienta planchaba, Cenicienta cosía.
Cenicienta se pasaba todo el tiempo
fregando, barriendo, planchando y cosiendo.
Dos hijas más tenía la madrastra
pero en la casa nunca hacían nada,
eran perezosas, feas y malas,
se levantaban casi al mediodía
de mal humor pidiendo la comida.