LIBERTAD.
No dejasteis vuestros nombres.
Fuísteis padres, hermanos, maridos,
hijos, amantes, novios...,
y mineralizásteis la tierra esangrentada
con vuestros esqueletos.
Sin dejar nombres, sin medallas sobre la muerte
ni arropados en banderas
caísteis unos tras otros en montones.
Caíais, sementábais el suelo
sin dejar de vosotros
ni siquiera los nombres.
Ya estáis todos en uno, en un solo nombre
se os junta a millares.
Cuando os llamen trompetas del Juicio
acudiréis en robusta Unidad.
Aquí, cuando os pensamos, decimos sólo,
amontonándoos:
libertad.
No dejasteis vuestros nombres.
Fuísteis padres, hermanos, maridos,
hijos, amantes, novios...,
y mineralizásteis la tierra esangrentada
con vuestros esqueletos.
Sin dejar nombres, sin medallas sobre la muerte
ni arropados en banderas
caísteis unos tras otros en montones.
Caíais, sementábais el suelo
sin dejar de vosotros
ni siquiera los nombres.
Ya estáis todos en uno, en un solo nombre
se os junta a millares.
Cuando os llamen trompetas del Juicio
acudiréis en robusta Unidad.
Aquí, cuando os pensamos, decimos sólo,
amontonándoos:
libertad.