JONATÁS
Es un hijo que os adora,
Compartir quiere el dolor;
Es un fruto del amor,
Que si lloráis, también llora.
No juzguéis recto camino
Que a Dios agradable sea,
Consultar al de Caldea
Por mago, por adivino.
Hay un joven betlemita
Que con melodioso canto
Dará fin a vuestro llanto
Si el espíritu os agita.
Es un hijo que os adora,
Compartir quiere el dolor;
Es un fruto del amor,
Que si lloráis, también llora.
No juzguéis recto camino
Que a Dios agradable sea,
Consultar al de Caldea
Por mago, por adivino.
Hay un joven betlemita
Que con melodioso canto
Dará fin a vuestro llanto
Si el espíritu os agita.
Con himnos puros de Edén,
Del arpa dorada al son,
Hüirá la maldición
Que arrugara vuestra sien.
Porque aquel lucero mismo
De la aurora rutilante,
De su silla de diamante
Arrojado al hondo abismo
Detesta el sagrado tono
De la célica armonía
Que él también cantó algún día
Antes de perder su trono.
Llamad, jefes de Judá,
Al hijo fiel de Isaí:
Su cítara suene aquí
Con las glorias de Jehová.
Del arpa dorada al son,
Hüirá la maldición
Que arrugara vuestra sien.
Porque aquel lucero mismo
De la aurora rutilante,
De su silla de diamante
Arrojado al hondo abismo
Detesta el sagrado tono
De la célica armonía
Que él también cantó algún día
Antes de perder su trono.
Llamad, jefes de Judá,
Al hijo fiel de Isaí:
Su cítara suene aquí
Con las glorias de Jehová.