Buenas noches Victoria: Ya son cerca de las once de la noche y esto parece un horno, ni siquiera se menean las hojas de los árboles. Aquí cerca tengo un pequeño parque y está lleno de niños tomando el fresco y los oigo gritar y corren tan a gusto. Eso lo hacía yo de pequeño cuando salíamos a tomarlo en nuestro barrio. Claro que allí se acababa enseguida puesto que el día siguiente habría que ir al tajo, bien fuera segar, trillar, acarrear o aventar. No se podía uno dormir en los laureles y no se podía perder ni un minuto de sueño.
¡Que tiempos aquellos...!
Feliz descanso.
Un abrazo.
¡Que tiempos aquellos...!
Feliz descanso.
Un abrazo.