LOS JUGADORES
Era Vicente hombre rico,
en el juego se envició
y en dos años se quedó
sin un cuarto el pobre chico.
Hoy, mísero y andrajoso,
llora sus faltas Vicente,
y al verle, dice la gente:
– ¡Qué perdido! ¡Qué vicioso!
En cambio, el banquero Ponte,
nacido en modesta cuna,
adquirió su gran fortuna
en la ruleta y el monte.
Era Vicente hombre rico,
en el juego se envició
y en dos años se quedó
sin un cuarto el pobre chico.
Hoy, mísero y andrajoso,
llora sus faltas Vicente,
y al verle, dice la gente:
– ¡Qué perdido! ¡Qué vicioso!
En cambio, el banquero Ponte,
nacido en modesta cuna,
adquirió su gran fortuna
en la ruleta y el monte.