LA MATRACA
No era propiamente un juego, sino una manera de comunicar a los fieles los oficios de la Semana Santa, en un tiempo en que guardaban silencio las campanas. Los muchachos, sin embargo, se lo tomaban como un juego.
Una matraca era una tabla con dos brazos mòviles de madera, en medio, que daban golpes arriba y abajo de la tabla haciendo mucho ruido.
Una carraca era también un instrumento para meter ruido, pero de diferente estructura. Era de madera consistente principalmente en una rueda dentada cuyos dietes iban pasando por una lengüeta de madera flexible cuando se hacía girar alrededor de un palito que le servía de mango, produciendo un sonido característico.
Se usaban tanto ésta como el anterior instrumento también en el Oficio de Tinieblas en Semana Santa para significar el terremoto que aconteció en Jerusalén a la muerte del Señor.
Los chavales hacían de estos instrumentos una manera de diversión.
(P. G. B)
No era propiamente un juego, sino una manera de comunicar a los fieles los oficios de la Semana Santa, en un tiempo en que guardaban silencio las campanas. Los muchachos, sin embargo, se lo tomaban como un juego.
Una matraca era una tabla con dos brazos mòviles de madera, en medio, que daban golpes arriba y abajo de la tabla haciendo mucho ruido.
Una carraca era también un instrumento para meter ruido, pero de diferente estructura. Era de madera consistente principalmente en una rueda dentada cuyos dietes iban pasando por una lengüeta de madera flexible cuando se hacía girar alrededor de un palito que le servía de mango, produciendo un sonido característico.
Se usaban tanto ésta como el anterior instrumento también en el Oficio de Tinieblas en Semana Santa para significar el terremoto que aconteció en Jerusalén a la muerte del Señor.
Los chavales hacían de estos instrumentos una manera de diversión.
(P. G. B)