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LA NUEZ DE ARRIBA: Saludos: Hallábame en plena época de trilla cuando...

Saludos: Hallábame en plena época de trilla cuando después de comer, vencido por el sofocante calor y el cansancio de las fatigosas tareas de la mañana me dispuse a echarme la siesta a la sombra del carro. De inmediato caí en sopor trasladándome en sueños al interior de la iglesia del pueblo.
Yo era un zagal, a la sazón estudiante del no valorado oficio de cura. Terminada la misa y cuando todos los feligreses habían abandonado el templo me pasó su mano por el hombro y me dijo el Sr. cura: Te voy a enseñar algo que desconoces.
El Sr. Cura que no era un santo, ¿o sí? me llevó bajo la imagen de La Imnaculada, la que está en el centro del retablo, sobre el sagrario. Se subió a un taburete o escalerita, no recuerdo y de los pies de Nuestra Señora como por arte de magia apareció entre sus manos un ligero atillo de color marrón oscuro.
¿Sabes lo que es esto? Me preguntó.
No lo he visto nunca. Le contesté.
Y con un gesto de afirmación lo puso en mis manos.
Ábrelo, dijo el cura.
Se trataba de un sobre de cuero fino el cual tenía por cierre una pequeña tira del mismo cuero. Metí la mano dentro y saqué un folio amarillento doblado dos veces. Al primer golpe de vista aprecié varios sellos de esos que simbolizan el Vaticano.
Léelo. Prosiguió el cura.
Y yo lo leí en voz alta.
Recuerdo decía más o menos así:
Por el poder que se me ha dado, yo Pío (no recuerdo el número romano) hago constar que la reliquia de La Vera Cruz que se halla en el templo de la Parroquia de la Inmaculada Concepción de La Nuez de Arriba que forma parte del Arzobispado de la ciudad de Burgos, es auténtica pues tiene incrustado un trozo de la Cruz de Nuestro Señor Jesucrito.
Igualmente recuerdo ponía que dicha reliquia había sido traída a la parroquia por Fray Clemente.
Dicha hoja de papel no era manuscrita. Estaba escriba a máquina.
El sobre de cuero se abría y doblaba en forma de tríptico. Una vez desatado el lazo se abría una parte para arriba y la otra para abajo.
Entre perplejo y orgulloso, no sé cuanto de cada cosa por lo que me parecía una muestra de confianza, lo cerramos y sin más comentarios lo dejamos en el mismo lugar de donde había salido.
En ese momento los ladridos de un perro me despiertan. Debo volver al trillo para sustituir a mi hermano que procederá a dar vuelta a la parva junto a mi padre.
Después de tantos años, sueño o realidad no lo sé.
Reconozco haber vuelto sobre mis pasos al lugar y haber buscado dicho folio con la intención de fotografiarlo con el correspondiente permiso pero no lo encontré.
Parece ser que ese tipo de documentos se denomina: Auténticas.
Parece ser que la Iglesia Católica, en algún tiempo, fomentó el culto a través de las cofradías de la Vera Cruz y como cada cofradía necesitaba su reliquia auténtica se fabricaban en serie mediante el sistema de contacto. Es decir, se tocaba la Vera Cruz auténtica con la nueva Vera Cruz y ésta pasaba a ser también auténtica. Quizás, en algún lugar, exista un registro de todas las Veras Cruces….
Simplemente deseo hacer una foto y no entraré a discutir ni temas religiosos ni histórico-artísticos que me superan. Parafraseando: Doctores tiene la Santa Madre Iglesia que saben más que yo.
El que tenga ojos para ver que vea y quien tenga oídos para oír que oiga.
Nos vemos sacando patatas a horca en el berezal.