He visto muchas mujeres hermosas y muchos hombres poderosos, más solos de lo que me pueda sentirme yo.
Como hubiera deseado que otros hayan invertido en mi lo que yo invertí en ellos, tiempo, amistad y compromiso.
La amargura suprema te enseña a reconocer a otros amargados más fácil que el optimista su triunfo.