UNA FERTILIDAD DISTINTA
Nunca cayó en el corazón del pobre
una rosa impoluta,
como esa luz que crea y por el mundo irradia.
Desde el fondo del viento
nuestra lucha posee
una fertilidad
distinta, sin agrestes roquedales
ni distancias en hondo desvarío.
¿Dónde se halla ese ejército de fosos
que destruye los frutos derribados
por las tercas orugas que almibaran
la música celeste de las olas?
Dejaré mi lenguaje abierto y encendido
junto a la lucidez de unos recuerdos
que emergieron de bosques abisales.
Por los tallos flexibles de luceros y estrellas
desciende el cuerpo helado de la noche.
Después se perderá,
entre aromas a algas y a leyendas marinas,
con su gran tonelaje de tinieblas y angustias.
Continúan las dudas girando en mi universo.
Nunca cayó en el corazón del pobre
una rosa impoluta,
como esa luz que crea y por el mundo irradia.
Desde el fondo del viento
nuestra lucha posee
una fertilidad
distinta, sin agrestes roquedales
ni distancias en hondo desvarío.
¿Dónde se halla ese ejército de fosos
que destruye los frutos derribados
por las tercas orugas que almibaran
la música celeste de las olas?
Dejaré mi lenguaje abierto y encendido
junto a la lucidez de unos recuerdos
que emergieron de bosques abisales.
Por los tallos flexibles de luceros y estrellas
desciende el cuerpo helado de la noche.
Después se perderá,
entre aromas a algas y a leyendas marinas,
con su gran tonelaje de tinieblas y angustias.
Continúan las dudas girando en mi universo.