LA NUEZ DE ARRIBA: ¡Ay trece, trece de julio,...

ASÍ TE QUIERO

El día trece de julio

Yo me tropecé contigo.

Las campanas de mi frente,

amargas de bronce antiguo,

dieron al viento tu nombre

en repique de delirio.

Mi corazón de madera

muerto de flor y de nidos,

floreció en un verde nuevo

de naranjos y de gritos,

y por mi sangre corrió

un toro de escalofrío,

que me dejó traspasado

en la plaza del suspiro.

¡Ay trece, trece de julio,

cuando me encontré contigo ¡

¡Ay, tus ojos de manzana

y tus labios de cuchillo

y las nueve, nueve letras

de tu nombre sobre el mío

que borraron diferencias

de linaje y apellido ¡
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
¡Bendita sea la madre,

la madre que te ha parido,

porque sólo te parió

para darme a mi un jacinto,

y se quedó sin jardines
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