Sabrá tu alma
Deja tus penas al borde del abismo...
empújalas con tu mente al vacío,
abandona la constante queja
que te produce en la vida haber sufrido.
Vive el momento que te ofrece el día,
la claridad del sol amanecido,
con el crepúsculo rojizo... inyecta colores
a tus ojos que están adormecidos.
Despierta a la noche
y deja que corran tus pupilas,
jugueteando en ronda con las estrellas
en ese espacio de luna y fantasía.
Atrapa el aire en su vuelo
y el perfume de las flores esparcido,
siembra en tu huerto la esperanza
y poda los brotes del hastío.
Así cuando tú mueras...
sabrá tu alma que has vivido.
Bea - OAsis
Deja tus penas al borde del abismo...
empújalas con tu mente al vacío,
abandona la constante queja
que te produce en la vida haber sufrido.
Vive el momento que te ofrece el día,
la claridad del sol amanecido,
con el crepúsculo rojizo... inyecta colores
a tus ojos que están adormecidos.
Despierta a la noche
y deja que corran tus pupilas,
jugueteando en ronda con las estrellas
en ese espacio de luna y fantasía.
Atrapa el aire en su vuelo
y el perfume de las flores esparcido,
siembra en tu huerto la esperanza
y poda los brotes del hastío.
Así cuando tú mueras...
sabrá tu alma que has vivido.
Bea - OAsis
BUENAS NOCHES Y FRESQUITAS
UN SALUDO CON UN ABRAZO Y UN POEMA.
El Mar Y Tú...
El mar y tú. Tu dicha con su duro
lento verter de espumas rescatadas.
El mar y tú: mis playas frecuentadas
por este afán de mar en que perduro.
El mar me trae el ayer. Tú mi maduro
presente enamorado. Tú enlazadas
la dicha y la congoja. El mar trenzadas
la gloria y la agonía de ser puro.
Tengo en ti, amor, la prueba de este canto
que pena como el mar; que su alegría
logra para vivir en tu pureza.
Tu espuma y él. Tu risa y su quebranto.
Que amor sin mar y mar sin agonía
no son cimas logradas de grandeza.
UN SALUDO CON UN ABRAZO Y UN POEMA.
El Mar Y Tú...
El mar y tú. Tu dicha con su duro
lento verter de espumas rescatadas.
El mar y tú: mis playas frecuentadas
por este afán de mar en que perduro.
El mar me trae el ayer. Tú mi maduro
presente enamorado. Tú enlazadas
la dicha y la congoja. El mar trenzadas
la gloria y la agonía de ser puro.
Tengo en ti, amor, la prueba de este canto
que pena como el mar; que su alegría
logra para vivir en tu pureza.
Tu espuma y él. Tu risa y su quebranto.
Que amor sin mar y mar sin agonía
no son cimas logradas de grandeza.