Osvaldo Pol, Argentina
Las aves no saben
Van las aves
sumergidas en el aire
volándonos a lo lejos.
Nos perciben tan densos. Y riesgosos.
Tan de aquí mismo y atenidos
a los goces primarios
que sólo engendran la melancolía.
Y nos saben astutos
pero necios,
capaces de agostar la distancia
antes de usufructuar el vuelo.
Quizás nos tengan lástima
y por eso
regalándose a nuestros ojos ávidos
algo nos permiten de su aire...
Las aves no saben
Van las aves
sumergidas en el aire
volándonos a lo lejos.
Nos perciben tan densos. Y riesgosos.
Tan de aquí mismo y atenidos
a los goces primarios
que sólo engendran la melancolía.
Y nos saben astutos
pero necios,
capaces de agostar la distancia
antes de usufructuar el vuelo.
Quizás nos tengan lástima
y por eso
regalándose a nuestros ojos ávidos
algo nos permiten de su aire...