El entusiasmo que hacia ti me impele,
la dulce fe que hacia mi amor te guía,
disponen que en
amiga compañía,
mi canto unido a tus acentos vuele;
mas yo no sé, paloma, si recele
que, al fin, he de quedar sola en la
vía,
pues tal vas ascendiendo por el
cielo,
que no puedo seguirte con mi vuelo.