Así será hecho- respondió el Señor.- Las conservaré a todas ustedes pequeñitas, como son vistas, para que puedan bajar para la tierra.
Cuéntase que, en aquella noche, hubo una linda lluvia de estrellas. Algunas se acurrucaron en las torres de las iglesias, otras fueron a jugar y anclaron con los juguetes de los niños y la tierra quedó maravillosamente iluminada. Pero con el pasar del tiempo, las estrellas resolvieron abandonar a los hombres