Dicen que tus manos pican, para mí son amapolas; también pican los rosales y de ellos salen las rosas.
Mis manos juegan con tu cuerpo de deseo intentando encontrar el centro de tu dulzura mientras calmas de deseo tu pasión, mientras gozas con el instinto de nuestro amor, mientras buscamos juntos la suma de nuestro placer.