Ya no bajaban las aves
al agua, porque pensaban,
como daba el sol en ella,
que eran pedazos de plata.
En esta sazón Lisardo
salía de su cabaña,
¿quién pensara que a estar triste,
donde todos se alegraban?
Por las mal enjutas sendas
delante el ganado baja,
que a un mismo tiempo paciendo,
come yelo y bebe escarcha.
al agua, porque pensaban,
como daba el sol en ella,
que eran pedazos de plata.
En esta sazón Lisardo
salía de su cabaña,
¿quién pensara que a estar triste,
donde todos se alegraban?
Por las mal enjutas sendas
delante el ganado baja,
que a un mismo tiempo paciendo,
come yelo y bebe escarcha.