Porque la discreción de los banqueros
ya resulta ejemplar a los patriotas,
muy bien les gusta sacudir sus botas
poniendo a buen recaudo sus dineros.
Y nadie les acuse de usureros
aunque se vean con las manos rotas
rebasando las más temibles cotas
que puedan augurar los agoreros.
Así quien por la patria se enriquece
especulando como nadie sabe
siempre habrá quien le cuelgue una medalla
cuando ninguna garantía ofrece
al menos desgraciado que le alabe
si nunca está dispuesto a dar la talla.
Luis Pérez
ya resulta ejemplar a los patriotas,
muy bien les gusta sacudir sus botas
poniendo a buen recaudo sus dineros.
Y nadie les acuse de usureros
aunque se vean con las manos rotas
rebasando las más temibles cotas
que puedan augurar los agoreros.
Así quien por la patria se enriquece
especulando como nadie sabe
siempre habrá quien le cuelgue una medalla
cuando ninguna garantía ofrece
al menos desgraciado que le alabe
si nunca está dispuesto a dar la talla.
Luis Pérez