LA NUEZ DE ARRIBA: Una voz se oyó en Rama,...

Una voz se oyó en Rama,

llanto y lamento grande.

Raquel lloraba a sus hijos

y no quería ser consolada,

porque no existían”
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
Las nubes, abrazando la inocencia

del niño con sus brazos siderales,

se unieron, en sus besos inmortales,

a la madre, con honda reverencia.