Había ordenado, sin emoción, las más sangrientas batallas, y he aquí que me sentía conmovido: me emocionaban los gritos y el dolor de un perro.
Habiendo fracasado en todos los oficios, decidí hacerme periodista
Habla con suavidad y lleva un buen garrote; llegarás lejos.
Habla para que yo te conozca.
Habla poquísimo de ti, poco de los otros, mucho de las cosas.
Hablamos de matar el tiempo como si no fuera el tiempo el que nos mata a nosotros.
Hablando de nuestras desgracias las aliviamos.
Hablar es una necesidad, escuchar es un arte