En la antigüedad se representaba la Amistad como una Diosa, con la figura de una joven que tenía la cabeza ceñida con una corona de hojas de granado, con las palabras "Invierno y Verano". Ella estaba ligeramente vestida con blanco ropaje que dejaba descubierto el lado izquierdo del pecho, llevando en la falda escritas en oro las palabras: "Vida y Muerte". Con la mano derecha señalaba su corazón y unas palabras también en oro: "Cerca y Lejos". Por último, con la mano izquierda empuñaba un pequeño olmo seco, al que se enlazaba una vid.