Cancionero
de Francesco Petrarca
Ni por sereno cielo ir vaga estrella,
ni por tranquilo mar leño espalmado,
ni por campaña caballero armado,
ni por bosque animal que el monte huella;
ni de esperado bien noticia bella,
ni palabra de amor de estilo ornado,
ni entre la clara fuente y verde prado
de angélica mujer dulce querella;
ni más conmoverá ya el pecho mío:
consigo lo enterró la que en el gesto
sola a mis ojos fue luz por que existo.
Y me es la vida ya tan grave hastío
que pido el fin, por desear ver presto
a quien fuera mejor nunca haber visto.
« El ruiseñor que de su canto baña Pasado el tiempo, ¡ay triste!, es ya que tanto »
de Francesco Petrarca
Ni por sereno cielo ir vaga estrella,
ni por tranquilo mar leño espalmado,
ni por campaña caballero armado,
ni por bosque animal que el monte huella;
ni de esperado bien noticia bella,
ni palabra de amor de estilo ornado,
ni entre la clara fuente y verde prado
de angélica mujer dulce querella;
ni más conmoverá ya el pecho mío:
consigo lo enterró la que en el gesto
sola a mis ojos fue luz por que existo.
Y me es la vida ya tan grave hastío
que pido el fin, por desear ver presto
a quien fuera mejor nunca haber visto.
« El ruiseñor que de su canto baña Pasado el tiempo, ¡ay triste!, es ya que tanto »