Me gusta mucho esta foto, y aunque se vea llena de todo tipo de hierbas, no deja de llenarnos ese corazón de entusiasmo para todos aquellos que pisabamos este recodo del puente a la orilla del río, lugar común donde el viajero que pasaba por estas tierras nueceras. Hacia un alto en el camino, para comer, merendar o lo que a cada cual en esa parada le diera lugar.
¡Que bien se estaba a la sombra de los árboles, cuando no abundaba la maleza a trote moche ¡Uno se sentaba alli mismo a contemplar simplemente el correr del río.
En fin hasta la vuelta.
¡Que bien se estaba a la sombra de los árboles, cuando no abundaba la maleza a trote moche ¡Uno se sentaba alli mismo a contemplar simplemente el correr del río.
En fin hasta la vuelta.