Como el sendero blanco porque vuela mi verso,
eres tú, toda llena de cosas lejanas.
Llevas algo de extraño, de sutil y disperso
como el polvo que dejan atrás las caravanas.
Amas la lejanía y eres la lejanía.
No has soñado jamás con la paz de tus lares.
Tienes el gesto claro y la blanca osadía
de las velas que parten hacia todos los mares...
Todo tu camino sabe de tus huellas. Los montes
y el viento te desean. Tú -sin saber acaso-
reclinas tu cabeza sobre los horizontes.
como sobre un regazo.
Y otra vez al camino, al viaje comenzado,
a las cosas lejanas del dolor y la muerte.
Si alguna vez, mujer, pasaras por mi lada
yo no podría detenerte.
Me quedaría inmóvil, no me querría asir
a tu pálida veste de ensueños y azahares;
sólo por la tristeza de mirarte partir,
como una vela blanca, hacia todos los mares...
Poemas de Romeo Murga
eres tú, toda llena de cosas lejanas.
Llevas algo de extraño, de sutil y disperso
como el polvo que dejan atrás las caravanas.
Amas la lejanía y eres la lejanía.
No has soñado jamás con la paz de tus lares.
Tienes el gesto claro y la blanca osadía
de las velas que parten hacia todos los mares...
Todo tu camino sabe de tus huellas. Los montes
y el viento te desean. Tú -sin saber acaso-
reclinas tu cabeza sobre los horizontes.
como sobre un regazo.
Y otra vez al camino, al viaje comenzado,
a las cosas lejanas del dolor y la muerte.
Si alguna vez, mujer, pasaras por mi lada
yo no podría detenerte.
Me quedaría inmóvil, no me querría asir
a tu pálida veste de ensueños y azahares;
sólo por la tristeza de mirarte partir,
como una vela blanca, hacia todos los mares...
Poemas de Romeo Murga