Hola Victoria (Charo, Las Matas, Amador... y demás foreros de La Nuez de Arriba), voy a entrar de nuevo en este foro para hacer una aclaración que le vendrá bien a más de uno: las cosas que digo no es que sean bonitas de suyo, es que las digo con el corazón y por eso causan su impacto. ¡Ah, las cosas del corazón! Por eso soy yo tan forofo de Antoine de Saint Exupéry --lo habréis notado-- que decía: " ¡Sólo se ve bien con el corazón!" Quizá exageraba un poco, pero yo le perdono esa exageración.
En eso estaba basada precisamente la respuesta que yo te tenía preparada y que pasó al cajón de mi estritorio porque el resultado final era más propio de un acto académico o de una conferencia que de un foro jovial y distendido.
Me dices que la cascada de lirismo que manifiestas en cada intervención es copiada, ¿y eso qué importa? Original o copiado, lo llevas en el corazón y eso es lo que cuenta. Hay una frase, creo que de un místico alemás del siglo XV, que dice así: "De la abundancia del corazón habla la boca", y si tu boca, en este caso tu teclado del ordenador, habla tanto, tan claro, tan rotundo y tan contundente, es porque lo llevas en el corazón. ¡Jo, por dónde estoy metiéndome! Quería decirte varias cosas más acerca de lo que consideras mi desalentadora visión del amor, pero no puedo hacer un discurso cada día: lo dejo para otra ocasión. Tú sigue poniendo cosas bonitas sobre el amor, que vale la pena.
He visto que a Charo (a quien envío un cordial saludo desde aquí) también se ha fijado en la foto que puse de tu pueblo. Mi intención era comparar esa foto, con no poca nostalgia, con la de aquella arboleda de mis recuerdos y cambiar el chip. Por otra parte, me alegraba al constatar que también a las infraestructuras burgalesas más alejadas de la capital les llegaba de vez en cuando un aire fresco de renovación y de progreso. Total, que era cuestión de cambiar la nostalgia del pasado por la alegría del progreso presente. Seguiré de cerca esos trabajos siempre que el destino me lo permita, para ver si el resultado final concuerda con la hermosa carretera que me estoy imaginando. Un abrazo. Chindasvinto
En eso estaba basada precisamente la respuesta que yo te tenía preparada y que pasó al cajón de mi estritorio porque el resultado final era más propio de un acto académico o de una conferencia que de un foro jovial y distendido.
Me dices que la cascada de lirismo que manifiestas en cada intervención es copiada, ¿y eso qué importa? Original o copiado, lo llevas en el corazón y eso es lo que cuenta. Hay una frase, creo que de un místico alemás del siglo XV, que dice así: "De la abundancia del corazón habla la boca", y si tu boca, en este caso tu teclado del ordenador, habla tanto, tan claro, tan rotundo y tan contundente, es porque lo llevas en el corazón. ¡Jo, por dónde estoy metiéndome! Quería decirte varias cosas más acerca de lo que consideras mi desalentadora visión del amor, pero no puedo hacer un discurso cada día: lo dejo para otra ocasión. Tú sigue poniendo cosas bonitas sobre el amor, que vale la pena.
He visto que a Charo (a quien envío un cordial saludo desde aquí) también se ha fijado en la foto que puse de tu pueblo. Mi intención era comparar esa foto, con no poca nostalgia, con la de aquella arboleda de mis recuerdos y cambiar el chip. Por otra parte, me alegraba al constatar que también a las infraestructuras burgalesas más alejadas de la capital les llegaba de vez en cuando un aire fresco de renovación y de progreso. Total, que era cuestión de cambiar la nostalgia del pasado por la alegría del progreso presente. Seguiré de cerca esos trabajos siempre que el destino me lo permita, para ver si el resultado final concuerda con la hermosa carretera que me estoy imaginando. Un abrazo. Chindasvinto