LA NUEZ DE ARRIBA: desde un puerto...

desde un puerto

Eduardo Mitre

Ese barco era un árbol
y ahora
el mar piadoso
en cada ola le borra
el recuerdo de un pájaro.
Así, en cada amante,
al indefenso ausente
-sin rumor ni sangre-
rasgo a rasgo
el tiempo borra.
El tiempo, y el mismo amor
que -ávido de ser-
hunde su memoria en otra piel
ya un cuerpo en otro inmola.

Olvidar es morir
y renacer otra persona.

De "Líneas de Otoño"