Casi no necesito decir al lector que en ese instante resolví permanecer en la ciudad, y que, entregándome enteramente a la bondad y la protección del Todopoderoso, no buscaría ninguna otra clase de refugio. Mis horas estuvieron en sus manos siempre, y era tan capaz de protegerme en época de epidemia como en época de salud.
Daniel Defoe
Daniel Defoe
La enfermedad hace buena y agradable la salud, el hambre a la saciedad, el trabajo al reposo.
Heráclito
Un abrazo, Victoria.
Heráclito
Un abrazo, Victoria.