HABIA UNA VEZ UNA PEQUEÑA ALMA QUE DIJO A DIOS:
¡Ya se quien soy!
Y Dios le contestó:
¡Maravilloso!
¿Quién eres?
La pequeña alma contestó a toda voz.
¡Soy la luz!
¡Ya se quien soy!
Y Dios le contestó:
¡Maravilloso!
¿Quién eres?
La pequeña alma contestó a toda voz.
¡Soy la luz!