Así, la pequeña alma volvió a hablar con Dios (lo cual no es mala idea para todas las almas que quieren ser Quienes Son realmente), para comunicarle sus ideas:
¡Hola, Dios!
Ahora que ya se quien soy, ¿es bueno serlo?
Dios respondió:
¿Quieres decir que deseas ser Quien Ya Eres?
Pues… verás. Una cosa es saber Quien soy, y otra muy distinta es serlo realmente. Quiero sentir como es ser la luz.
¡Hola, Dios!
Ahora que ya se quien soy, ¿es bueno serlo?
Dios respondió:
¿Quieres decir que deseas ser Quien Ya Eres?
Pues… verás. Una cosa es saber Quien soy, y otra muy distinta es serlo realmente. Quiero sentir como es ser la luz.