Carta de un hijo a sus padres – frases y pensamientos para tu alma y para tu corazón!
No me den todo lo que les pida. A veces sólo pido para ver hasta cuánto puedo tomar.
No me griten. Los respeto menos cuando lo hacen, y me enseñan a gritar a mí también, y yo no quiero hacerlo.
No den siempre órdenes. Si en vez de órdenes, a veces me pidieran las cosas, yo lo haría más rápido y con más gusto.
Cumplan las promesas, buenas o malas. Si me prometen un premio dénmelo; pero también si es castigo.
No me comparen con nadie, especialmente con mi hermano o hermana.
Si me hacen lucir mejor que los demás, alguien va a sufrir; y sí me hacen lucir peor que los demás, seré yo quien sufra.
No cambien de opinión tan a menudo sobre lo que debo hacer; decídanse y mantengan esa decisión.
Déjenme valerme por mí mismo. Si hacen todo por mí, yo nunca podré aprender.
No digan mentiras delante de mí ni me pidan que las diga por ustedes, aunque sea para sacarlos de un apuro. Me hacen sentir mal y perder la fe en lo que me dicen.
Cuando yo hago algo malo no me exijan que les diga por qué lo hice. A veces ni yo mismo lo sé.
Cuando estén equivocados en algo admítanlo y crecerá la opinión que yo tengo de ustedes. Y me enseñarán a admitir mis equivocaciones también.
Trátenme con la misma amabilidad y cordialidad con que tratan a sus amigos; ya que porque seamos familia eso no quiere decir que no podamos ser amigos también.
No me digan que haga una cosa y ustedes no la hacen. Yo aprenderé y haré siempre lo que ustedes hagan, aunque no lo digan; pero nunca haré lo que digan y no hagan.
Cuando les cuente un problema mío no me digan: “No tenemos tiempo para tonterías” o “Eso no tiene importancia”. Traten de comprenderme y ayudarme.
Quiéranme y díganmelo. A mí me gusta oírselos decir, aunque no crean necesario decírmelo.
Abrázenme, necesito sentirlos mis amigos, mis compañeros a toda hora.
Autor anónimo
No me den todo lo que les pida. A veces sólo pido para ver hasta cuánto puedo tomar.
No me griten. Los respeto menos cuando lo hacen, y me enseñan a gritar a mí también, y yo no quiero hacerlo.
No den siempre órdenes. Si en vez de órdenes, a veces me pidieran las cosas, yo lo haría más rápido y con más gusto.
Cumplan las promesas, buenas o malas. Si me prometen un premio dénmelo; pero también si es castigo.
No me comparen con nadie, especialmente con mi hermano o hermana.
Si me hacen lucir mejor que los demás, alguien va a sufrir; y sí me hacen lucir peor que los demás, seré yo quien sufra.
No cambien de opinión tan a menudo sobre lo que debo hacer; decídanse y mantengan esa decisión.
Déjenme valerme por mí mismo. Si hacen todo por mí, yo nunca podré aprender.
No digan mentiras delante de mí ni me pidan que las diga por ustedes, aunque sea para sacarlos de un apuro. Me hacen sentir mal y perder la fe en lo que me dicen.
Cuando yo hago algo malo no me exijan que les diga por qué lo hice. A veces ni yo mismo lo sé.
Cuando estén equivocados en algo admítanlo y crecerá la opinión que yo tengo de ustedes. Y me enseñarán a admitir mis equivocaciones también.
Trátenme con la misma amabilidad y cordialidad con que tratan a sus amigos; ya que porque seamos familia eso no quiere decir que no podamos ser amigos también.
No me digan que haga una cosa y ustedes no la hacen. Yo aprenderé y haré siempre lo que ustedes hagan, aunque no lo digan; pero nunca haré lo que digan y no hagan.
Cuando les cuente un problema mío no me digan: “No tenemos tiempo para tonterías” o “Eso no tiene importancia”. Traten de comprenderme y ayudarme.
Quiéranme y díganmelo. A mí me gusta oírselos decir, aunque no crean necesario decírmelo.
Abrázenme, necesito sentirlos mis amigos, mis compañeros a toda hora.
Autor anónimo
Pues es buenisimo, Victoria, me quedo impresionada, por todo, es realmente, lo que hacemos, ¡al reves la mayoria de los padres! gracias me encanto besitos
Buenas tardes Berta.
Me alegro de leerte y de que lo pasaras bien,
Feliz tarde y no te canses
Un besinnnnnnnnnnnnnnnn
Me alegro de leerte y de que lo pasaras bien,
Feliz tarde y no te canses
Un besinnnnnnnnnnnnnnnn